Si las paredes hablasen… Estos hoteles nos contarían muchas cosas
Muchos de los hoteles nacionales antes de alojar huéspedes tuvieron otros muchos usos. Nos sorprendería saber que alguno sirvió de cárcel o de palacio real o incluso de reunión para la misma logia masónica. Cuando han pasado tantos siglos y tantas personas por cuatro paredes los secretos y las vivencias que esconden son muchos. La pena es que las paredes no nos puedan contar estos secretos, porque posiblemente nos sorprenderíamos. No obstante al alojarnos en sus habitaciones podemos respirar su historia.
Marbella Club Hotel Golf Resort&Spa
La ciudad de Marbella, posiblemente, le deba lo que es hoy en día a este hotel. En 1958 abrió sus puertas de manos del príncipe Alfonso de Hohenlohe-Langenburg, un playboy visionario que quedó prendado de las costas mediterráneas. A partir de aquí la jet-set comenzó a dejarse caer para ver y ser vistos. Por este hotel han pasado aristócratas, millonarios, estrellas del cine… Las fiestas, los eventos y las galas comenzaron en seguida a rivalizar con la oferta de Monte Carlo y Saint-Tropez. En seguida Marbella y Puerto Banús se convirtieron en un enclave para la alta sociedad.
Parador de León
Es un auténtico museo viviente ubicado entre la ruta Jacobea y la Vía de la Plata, ha sido testigo de infinidad de acontecimientos a lo largo de cinco siglos. El Claustro y la Sala Capitular mantienen su estética y estructura de la época. El edificio ha tenido múltiples usos, desde prisión de Quevedo a escuela de veterinaria, cuartel de caballería o Ministerio de Guerra, Hacienda o Educación, entre otros.
Parador de Santiago- Hostal dos Reis Católicos
Está calificado como el hotel más antiguo del mundo. Los Reyes Católicos lo ordenaron construir como Hospital de Peregrinos cuando visitaron Santiago en 1486. Las obras comenzaron en 1501 y se extendieron 10 años en los que el Papa otorgaba indulgencia a los que cooperasen en la construcción. Este hotel ha visto pasar en la Plaza del Obradoiro insignes huéspedes desde Reyes a escritores, como el emperador de Japón o Camilo José Cela.
Hotel Alfonso XIII
Un icono de Sevilla con su arquitectura neomudejar, aunque sus instalaciones están remodeladas mantiene su estructura de 1928. Se inauguró, con motivo de concertación del enlace de la infanta Isabel con el conde Juan Zamoyski. La parte más bella de este hotel son sus lujosos jardines que fueron reconstruidos por orden de Alfonso XIII que al parecer no quedó conforme con el primer proyecto.
Parador de Pontevedra
Este parador fue en su tiempo la residencia de los Condes de Maceda. Pero antes de que los condes estableciesen aquí sus aposentos sirvió de escuela, de almacén de sal y hasta de logia de la masonería pontevedresa. Volviendo a nuestras días el Rey Don Felipe de Borbón lo escogió para hospedarse durante su instrucción naval. Las habitaciones y las zonas comunes mantienen ese aire señorial que permite a tu mente que te traslades a otros tiempos.
El Parador de la Granja
Mandado construir por Carlos III para sus hijos Gabriel y Carlos. La construcción es de estilo barroco y ha sido residencia de verano de la realeza española desde el siglo XVIII. Era utilizada como residencia para los días de cacería y otra serie de «escapadas románticas». El hotel está situado dentro del Real Sitio de La Granja y desde él se puede contemplar la Sierra de Guadarrama.